Mi teoría se fundamenta en que todos estos alienígenas tienen en común ser razas capaces de idear viajes interestelares pero que nunca se les ha ocurrido fabricarse ropa. No digamos cascos o accesorios antibalas. Conclusión: los humanos hemos malgastado en la moda el tiempo que podríamos haber usado en viajar a otros planetas. Vean una colección de Ágatha Ruiz de la Prada y díganme si nos ha merecido la pena.
El primer capítulo de Falling Skies me pareció entretenido, tengo que reconocerlo. Sin grandes despliegues y sin gran originalidad en los planteamientos, todo muy propio de serie de verano. En verano hemos visto series con bichos irreales toda la vida: desde Hulk a Los vigilantes de la playa. También pensé en V, que hubiera hecho una segunda temporada mucho mejor enfoncándola así. Claro que también hubiera hecho una segunda temporada mucho mejor simplemente no haciendo una segunda temporada.
Series apocalípticas con niños. Seguro que al fondo está Amparo Baró.
La cosa es que tenemos una invasión alienígena que ríete tú de Mallorca en agosto y que ha diezmado a la población del planeta, que se ha cargado prácticamente toda la tecnología con un pulso electromagnético y que tiene secuestrados a los niños para hacerles trabajar como esclavos. Cargando metales. No para hacer balones de fútbol, no. Para cargar pesos. Podían haber puesto a eso a Iñaki Perurena, pero les recuerdo que son una civilización que todavía tiene pendiente descubrir el concepto "calzoncillo". Y el concepto "pulgar oponible" también.
Escenario postapocalíptico, civiles obligados a convertirse en soldados, civiles haciendo de civiles fans de Intereconomía... podría ser The walking dead, pero les falta mala leche. Los personajes están pasados por el tamiz del Spielberg que retoca los fotogramas de E.T. para convertir las pistolas en walkie-talkies.
El otro referente que me viene a la cabeza es Battlestar Galactica, pero le faltan muchos tonos en la escala de grises. El personaje de Noah Wyle es demasiado majo, demasiado héroe de una sola pieza para introducirle los matices inquietantes de la familia Adama. Y los malos parecen una tapa en un restaurante de Bangkok: dan demasiado asco como para llegar a empatizar con ellos.
"¡Cuidado, un cylon! Digooo... esteeee...".
La inercia veraniega me está pudiendo y todavía veré el cuarto capítulo. Pero en estas fechas llegué a ir al cine a ver Trasnsformers, así que es normal que desconfíen de mí.
Y que los autores de ciencia ficción que han descrito todo tipo de apocalípticas invasiones extraterrestres en el fondo pueden tener razón.
4 comentarios:
Te has metido con V. Te quedas 20 minutos sin amigo :(
¡Nooo! ¡Tú no! ¿Por qué? ¡Tú no, tú no, tú... tú... ¿tú quién eres?
Agatha Ruiz de la Prada????? XDDDDDD estás fatalll!!!!
Es que ayer le di el día a Lady Gaga y tuve que buscarme alternativas. En la ETT me la ofrecieron.
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