24.2.14

Operación Palace: 23-F de Follonero

¡Tejero era un infiltrado del Follonero! Que levante la mano el periodista que no hubiera matado por escribir un titular así. El propio Jordi Évole lo estaba deseando, a juzgar por su  programa especial Operación Palace.


El matiz importa: era un programa especial, no un Salvados más. El equipo se preocupó de separar su marca "seria" de este experimento, uno más de los indicios de lo que estaban preparando. Para quien aún no se haya enterado: en el aniversario del golpe de Estado, La Sexta emitió un falso documental explicando que el 23-F no fue más que un montaje dirigido por José Luis Garci. Tejero y Armada: Madrid Days.

La inspiración, reconocida por el propio Évole, es el clásico mockumentary o falso documental Operación Luna en el que se explicaba cómo el alunizaje del Apolo XI habría sido dirigido por Stanley Kubrick. Con la participación, más o menos cómplice, de algunos de los supuestos implicados, la ficción crece desde lo más plausible hasta la inverosimilitud más loca como si fuera el programa electoral de un partido que sabe que no va a ganar.

Y con ese referente se marcaron un mockumentary de libro. Mi amigo Víctor Navarro Remesal fue improvisando en Twitter un manual del falso documental que fueron siguiendo paso a paso:
  • Regla número 1 del mockumentary televisivo: elige un tema y una tesis que el público quiera creer. 
  • Regla nº2 del mockTV: empieza con datos creíbles, cercanos a la realidad, y desmádrate poco a poco. Vende cada paso. 
  • Regla 3 del mock TV: una vez te lo hayan comprado, tira la casa por la ventana. EL PIRATA Y LA PRINCESA. 
  • Diría que la 4ª y última regla del mockTV es cerrar forzando con un detalle loco. Garci en la foto del 24F la cumple bastante bien.
Les reprocho que la segunda regla se la saltaron muy rápido. Se afirmó la aquiescencia del rey antes del cuarto de hora de programa y hubo un rápido desfile de políticos que hubieran estado informados y CALLADOS durante 30 años. Me creo menos eso que el Oscar pactado para Garci. Por lo demás, me levanto el cráneo.

En cualquier caso, el espectáculo de anoche no lo vieron los casi seis millones que sintonizaron La Sexta sino los que se conectaron a Facebook y a Twitter. Las redes sociales se llenaron de cínicos pincharruedas, ingenuos indignados y algún que otro fanboy de Évole. Mi teoría es que la gente ve Salvados para cabrearse y al darse cuenta de que por una semana no iban a recibir su combustible habitual, decidieron canalizar su enfado ritual hacia el proveedor.

Los mismos palos les habrían caído si hubieran hecho el enésimo documental "serio" sobre el 23-F. La enésima vuelta de tuerca sobre las mismas imágenes, datos y declaraciones porque el secreto de Estado sigue tirando de las riendas de cualquier investigación en profundidad sobre el asunto. Denunciar este secuestro informativo con una broma es el tipo de postura que debería gustar en un país que presume de sentido del humor. Se ve que somos más de chistes de Falete. Y eso que Falete sí sabe reírse de sí mismo.

La obsesión sobre el 23-F se sustenta en la necesidad de conocer la sociedad española a través de un episodio tan pivotal en nuestra democracia. Y si para algo ha servido Operación Palace es para que esa misma sociedad se retrate tanto por lo que quiere y no quiere creer como por su cultura audiovisual y su sentido del humor y del ridículo.

Pero España sigue siendo un país de hidalgos que pondría en la picota al niño que señala que en realidad el emperador está desnudo.

Y la semana que viene Pedro Jota. Como director apuesto por Almodóvar.