Sin entrar en consideraciones sobre la ley del menor, que para eso ya está Ana Rosa Quintana, mucha gente ha creído ver en este gesto la utilidad de la petición del defensor del menor a la fiscalía para que esta tome cartas en el asunto de Andreíta Janeiro. Según esta línea de pensamiento, el presidente del Gobierno habría pensado: "si ni siquiera Belén Esteban está a salvo de la justicia, será mejor tomar precauciones".
Sería bonito pensar que las cosas funcionan de esa manera.
Pero pensemos en cómo está organizado el mundo. ¿Realmente alguien cree que la Casa Blanca retiraría una fotografía de su Flickr por petición de un primer ministro español? Sería como si la cabra eligiera las canciones a cuyo son se va a subir a la escalera.
Yo tampoco entiendo la metáfora.
En definitiva, pretendo demostrar que la orden de retirar la foto vino de otro lugar. Para ello, Anomalario, sección no-aspiro-a-trabajar-jamás-en-prisa-ni-para-el-psoe, ha desenterrado la fotografía original de la polémica. Porque la que ha circulado después es una burda manipulación. Esta instantánea explica por sí misma el motivo de su retirada:
¡A los Obama no les gusta salir en la prensa con sus camisas de dormir!