Hablo más bien del papel de Emerson Hauser, que parece escrito a la medida de Terry O'Quinn, el Locke de Perdidos. He rebuscado entre las fotos del día del casting para comprobar mis sospechas.
"¿Qué si estoy seguro de que este es mi currículum? Tú dáselo a JJ, pero dile que he cambiado el teléfono. Apunta".
Y así, suplantando identidades, Sam Neill acabó en Alcatraz.