24.1.11

Prueba de la reencarnación

Amigos del misterio y, ¿por qué no decirlo?, amigos también de cosa arcana o muy recóndita, que no se puede comprender o explicar, del latín mysterĭum, y este del griego μυστήριον. Ante todo, quiero protestar por esas acusaciones hacia los medios que tratamos lo oculto de que la mitad de lo que hacemos es relleno, en su quinta acepción según la RAE: conjunto de cosas con que se acaba de llenar algo en que los objetos contenidos han dejado huecos, para asegurar aquellos, adornarlos o complementarlos.

Ridículo. Si saben lo que les conviene, evitarán cruzarse conmigo, especialmente ahora que tengo una nueva Power Balance. Que por cierto, me alegro de no tener que explicar más que no se trata de un aparato para comparar los pesos de Falete y Mariah Carey.

Dicho esto, quiero presentaros una prueba de que la reencarnación es un hecho científicamente demostrable. Tengo una prueba irrefutable, que os pego a continuación. Acabo de obtenerla y ya os la traigo. Esto es periodismo y no lo que hacen esos mindundis de Science que pierden meses en hacer comprobaciones antes de publicar algo como cierto. Menos mal que cada vez hay menos autodenominados periodistas con estas terribles costumbres.

La prueba es la siguiente:


Esta fotografía no sólo demuestra que la reencarnación existe; también que ahora soy el dueño legal de David Carradine.

Me quedaría a alimentar el debate, pero tengo que cambiarle la arena a Bill.