9.6.11

Los 80 se van, que la gente querrá irse a dormir

Hay días que uno tiene que mirar el calendario para estar seguro de por qué década se mueve. Y eso sin profundizar por el TDT.

Me ha pasado esta mañana al ver los pilotos de Teen Wolf y Switched at birth. La primera es una adaptación de una película ochentera protagonizada por Michael J. Fox y estrenada en España bajo el glorioso título: De pelo en pecho. La segunda porque una de las protagonistas es Lea Thompson, la madre de Michael J. Fox en Regreso al futuro. O es mucha casualidad o el bueno de Michael no sé paró quieto ni un segundo en los ochenta. Lo dejo ahí. Mejor.

Lea, demostrando que los maquilladores de Regreso al futuro sabían lo que hacían.

Switched at birth, pueden imaginárselo por el título, va sobre dos adolescentes al nacer fueron entregadas una a la familia de la otra por error. Si ustedes tienen relación habitual con camareros pensarán que pocas veces pasa eso para lo que podría ser.

Como se imaginarán, una familia es rica y otra menos, así que vamos a tener una típica dramedia con la premisa de pez fuera del agua por partida doble. Aunque con un par de giros de guión curiosos que la alejan un poco de Mi gemela es hija única, aquella serie de la que creo que solo me acuerdo yo.

Muy propuesta tipo ABC Family que, por lo que sea, me recordó bastante a 10 razones para odiarte, de la misma cadena. Lo bueno y lo malo es que esto no es una sitcom. Lo malo es por el aire de melodrama en el que se ve venir que pueden caer y revolcarse desde el minuto dos. Lo bueno porque, con todo, hay muy pocos personajes que salgan bien parados del piloto. Casi todos tienen un ramalazo de egoísmo o de mezquindad que hace que la serie pueda llegar a despegar. La gente maja solo funciona en televisión en la teletienda. Y Jordi Hurtado.

Pero vayamos a Teen Wolf. Podría dejar la crítica en lo siguiente: se la han tomado en serio. No sé si me entienden. Se han tomado en serio esta película:

Está en inglés, no encontré el también glorioso doblaje ochentero.

Si ignoramos eso, tenemos lo que ya viene siendo el clásico género de adolescente mezclado con temas más allá de la comprensión humana. Y no me refiero al criterio de algunas chicas a la hora de escoger pareja.

Es como si una productora española hubiera comprado los derechos de la serie y hubiera puesto a Mario Casas de protagonista, dejándose así la partida de presupuesto necesaria para comprar camisetas. Porque sí: hay mucho torso masculino al aire. También hay matón de instituto, tía buena popular, rubia superficial y mala; chica morena y modosita, secundario de descarga cómica, mentor misterioso para el héroe y villanos implacables. Además hay lacrosse en lugar de baloncesto, lo que me hace pensar que no tenían tiempo para rodar bien un deporte que se entendiera.

Scott asimila los cambios de su cuerpo en la bañera. Como todos.

Me falta el referente de Crepúsculo, pero por lo que dicen se da un aire. Y si les digo que me falta ese referente, se irán imaginando que no verán muchos comentarios sobre Teen Wolf por aquí ni por el Twitter. Para ver herejías y faltas de respeto, prefiero a Wyoming.

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