Tenía dos buenas razones para ver Destino oculto (The adjustment bureau). Estoy seguro de que con una pista las adivinarán ustedes:
¡Exacto! Mi debilidad por Emily Blunt y que el guión está basado en un relato de Philip K. Dick, ambas cosas. Cómo conocen ustedes mi gusto por la ciencia ficción, ladrones.
Lo conocen ustedes mucho mejor que George Nolfi, guionista y director de la película, que ha cogido una interesante propuesta de Dick para convertirla en una mezcla de comedia romántica y panfleto new age. Figúrense que si resumo el argumento de la cinta, les tengo que decir que va sobre un político que se enamora de una chica y unos misteriosos personajes que tratan de mantenerlos separados, obligando al protagonista a aceptar el camino predestinado o a luchar por escribir su propio futuro. Si me preguntan por el relato en el que "se basa" Nolfi, les diría más bien que por error, un gris oficinista descubre al equipo encargado de mantener la realidad por el camino correcto, deteniendo su trascurso para ajustarla si es necesario. Acostúmbrense a este tipo de diferencias, que va a haber una versión española de The walking dead.
Tenemos que reconocer que como producto palomitero, Destino oculto funciona correctamente. Sin alardes, pero con un buen ritmo, unos protagonistas guapos y que defienden con soltura sus papeles (sí, Matt Damon también), secundarios, de lujo algunos, para aportar algo de empaque, efectos especiales resultones... Pero a base de intentar dar brochazos metafísicos, se desvirtúa el resutado final y se queda un relato superficial y vacío y al que la etiqueta "ciencia ficción" solo se le puede asignar en un ejercicio de ironía a la altura del eslogan "tu cadena amiga".
Porque la película no llega a decir la palabra "Dios" en ningún momento, pero tampoco escatima en guiños, codazos y letras de neón para que nos demos cuenta de a quién se refiere cuando habla del "Director" y la naturaleza de los miembros del equipo de ajuste. Dick, mucho más elegante e interesante, deja a los lectores de su cuento que saquen sus propias conclusiones, si quieren, y no les obliga a que sean de carácter religioso, lo que dota a su relato de mayor universalidad.
Casi que prefiero no hablar de la traducción del título. ¿Tan bien funcionan las películas de Antena 3 a mediodía? Alguien debió pensar: "¿la oficina de ajustes? Nuestro público es imbécil, seguro que piensan que es un documental sobre el gabinete de Zapatero". Mucho mejor que los espectadores cran que algún loco está proyectando en cines una película de Tori Spelling.
Si quieren ustedes ver hora y media de guapos corriendo y coqueteando y coincide que en ese momento no hacen Los vigilantes de la playa en ningún rincón de su TDT, pueden optar por Destino oculto. Ahora, en el mismo tiempo se pueden leer Equipo de ajuste, publicado por Minotauro, meditar sobre él y esperar mientras tanto a que asomen Mitch Buchannon y sus chicos por las playas de Malibú. Y asomarán.
Es el destino.
6.3.11
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1 comentario:
Matt Deeeiiimon.
Chorrada número 2: Las frases promocionales del cartel me dan miedo: "Les robaron su futuro. Ahora quieren recuperarlo". ¿Acaso la película no es una gran metáfora, más que del poder de Dios, del sentimiento de una generación entera?
Saludos.
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