[...] las variaciones, por ligeras que sean y cualquiera que sea la causa de que procedan, si son en algún grado provechosas a los individuos de una especie en sus relaciones infinitamente complejas con otros seres orgánicos y con sus condiciones físicas de vida, tenderán a la conservación de estos individuos y serán, en general, heredadas por la descendencia [...]
Porque, le pese a quien le pese, la evolución de las especies es imparable en cualquier ámbito. Vean por ejemplo como ante la amenaza de una nueva especie con mayor movilidad y capacidad de adaptación, otra muta para poder interactuar en simbiosis con ella:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAikRwjwUcP3wYuO_BOqXWr4UOYoYuwEq2qtdpdbBfMyYxcpcrB50i48daiFbDCW4aDjrK8O7ZTzW3KWmlgG-SjHFMvybDAwd-LWhjD06twsGS1FRYufgjY0o1gOvzGJpSnD11kN8cjvY/s400/cabina-movil.jpg)
¡La cabina para móviles!
Porque si esto no es evolución natural, y es cosa de Dios, a los locales que va.
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