La cadena triste se quitó de encima varios sambenitos en la noche del lunes: consiguió colar con éxito un producto en el access prime time y propuso el primer formato gracioso desde Genio y figura. Aunque sea una vuelta de tuerca a Genio y figura.
Las predicciones auguraban una tormenta de caspa, pero El club del chiste se ha mostrado como un programa ágil y ligero, ideal para rellenar los huecos que deja la publicidad de El intermedio. Porque voy a poner bien el programa, sí, pero sin abusar.
Hay dos elementos fundamentales para que triunfe un formato así: cuentachistes y ritmo. Me quito el cráneo ante la realización y el montaje y aplaudo una elección de personajes que consigue que no queramos matar al andaluz y a la modelo de turno. Para contar chistes hay que tener un talento especial. Que se lo digan a Jaimito Borromeo. No, en serio: que se lo digan.
El recurso del backstage también está muy conseguido, para lo peligroso que es. No caen en el esperpento ni en caricaturizar demasiado los personajes. Están bien en un tono de sitcom que a Anabel Alonso le viene como anillo al dedo. Sospecho que algún ejecutivo listo dijo: “pero si sólo hay una metralleta de chistes, ¿por qué se va a quedar la gente? La audiencia se nos escapará. No es que haya tramas ni personajes que... un momento”. Y para cuando volvió del baño un guionista ya tenía la idea de crear una pequeña historia paralela detrás de las bambalinas.
Me gusta que se reivindique la figura del cuentachistes tradicional. Los monólogos son guays y podemos colocarnos nuestras gafas de pasta modernillas entre chiste y chiste, pero en España las actuaciones de Gila se alternaban con las de Eugenio en un equilibrio que ahora se ha perdido. Como si ellos hubieran sido el Yoda y el Darth Sidious de ambos estilos de hacer humor.
Y les voy a decir algo más por el mismo dinero: hay alguien muy listo detrás de todo esto. Y ese alguien ha dicho: los programas de sketches sin José Mota tienen un éxito moderado, pero salen muy caros. ¿Qué podríamos hacer para reducir costes? Y desvistiendo Saturday Night Live les ha quedado El club del chiste. Ah, los programas de chistes, esa marca Hacendado del humor...
Espérate tú que no cambien Los hombres de Paco por un trovador u otro ser igualmente cansino y apaleable.
3 comentarios:
Hola, ¿es aquí donde se comentan ahora las cosas de la tele que antes se comentaban en Público pero ahora se comentan en ¿privado? Bueno, decirte dos cosas, uno que lo que más me gusta del programa es esa especie de sitcom del backstage y dos, que este blog quedaría mejor con un enlace telepatético en sus links, pero allá tú si no lo pones, que diría jesús vázquez. Renovados saludos!
Aquí es, aquí es. Por cierto que ya sabe que fiel a mi costumbre respondo tarde, pero respondo. También en formspring.
Bueno, fiel a tu costumbre respondes pero no respondes lo que se te pregunta. Lo que no sé si es bueno o es malo, si es por pudor o por no cabrear a tus ¿antiguos? jefes. Pero, ¿tan mal está la prensa como para no opinar lo que uno quiere desde su blog? ¿Es por eso por lo que se ha cerrado? Saludos y ánimo.
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