29.4.11

Los tronos para jugar, mejor con pilas

Mi pedantería se ve siempre aplacada por mi mala memoria, así que no sé decirles con certeza si fue Hitchcock o Kubrick (o un tercero) quien dijo algo así como que las buenas películas solo pueden salir de novelas mediocres. Como habrán imaginado, hoy hablaremos de Juego de tronos y digo esto por delante por si los fans de G. R. R. Martin quieren ir directamente a la sección de comentarios a insultarme, por ahorrarles tiempo.

Pero antes de rajar de las novelas y empezar a perder seguidores (a este paso le deberé seguidores al Universo), vayamos a la serie como tal. Para el que ande despistado, Juego de tronos es la primera parte de Canción de hielo y fuego, una especie de culebrón ambientado en un mundo fantástico. Las comparaciones con Tolkien son inevitables, pero también lo es acabar cantando Pimpinela en un karaoke y eso no significa que esté bien. Si nos abstraemos de la ambientación, tiene menos que ver con El señor de los anillos que con Gran reserva.

Hablando de la ambientación, me ha decepcionado un poquito la producción. En algunos decorados se nota tanto el cartón piedra que parece que en cualquier momento van a entrar por ahí los náufragos de Perdidos o que van a desayunar en una mesa cargadita de product placement. Supongo que ni la todopoderosa HBO es capaz de esquivar la crisis, pero con el tono de realidad sucia que le han querido dar, chirría más que Mourinho presentando Los lunnis.

 "No pongáis esa cara, os lo explico otra vez: cuando para la música, os sentáis en el trono que haya más cerca"


Marca de la cadena en positivo es la solvencia y lo acertado del reparto, así, en general. En este sentido se los zampa a todos por las paticas el bueno de Peter Dinklage, al que tenéis la obligación moral de ver en Vías cruzadas. El resto están a la altura de los papeles, ya veremos si esto es bueno o malo. También quiero destacar a Jason Momoa, que se lo tuvo que pasar pipa haciendo de Khal Drogo. Papelón.

En lo que más se nota que es una serie de la HBO es en el ritmo. Se toma su tiempo para presentar a los personajes y en los dos primeros capítulos hay mucho más de descripción que de avance de la trama. Sin exagerar tampoco: quizá porque yo me he leído la novela, pero me da la impresión de que no es The wire, en el sentido de que en los guiones de David Simon llegas al cuarto capítulo sin saber quién es quién y de qué va la historia de verdad. Si llegas al cuarto.

Precisamente en el tempo es donde se nota la ventaja de la adaptación sobre el original literario. O yo recuerdo mal o la serie se salta cosas o pasa por ellas muy por encima. No cae en la tentación de recordarnos una y otra vez que es un mundo imaginario y, siendo como es descriptiva, no es autocomplaciente. El subtexto es: "estos son mis personajes y este es su mundo, ya verás lo que les va a pasar". En la novela, Martin parece decirnos: "estos son mis personajes y este es su mundo. ¿A que molan? Son superprofundos y complejos. Ya veréis lo que les va a pasar, que va a ser... ufff... ya veréis ya. Pero luego. Porque antes tenéis que reconocer que mis personajes son superprofundos y complejos. ¡Arrodillaos, puercos!".

Todo esto me recuerda a un amigo del instituto al que recomendé la lectura de El señor de los anillos. Todavía parecía una misión imposible, pero él me contestó que esperaría a que hicieran la película. Le decía lo mismo a los profesores cuando le decían que estudiara, no crean. Cuando Peter Jackson estrenó La comunidad del anillo me llamó y me dijo: "¿ves?".

Y si el tipo ahora es ingeniero, será por algo.

Bueno, por la pasta.

28.4.11

Perracos

Empiezo con una confesión: soy ese tipo de personas capaces de ver una serie solo porque es inglesa. Creo que es el mismo criterio que tiene últimamente Carlos de Inglaterra para las mujeres.

El último arrebato de este tipo que he tenido ha sido Mad dogs. Os voy a enseñar una foto y solo os diré que transcurre en una isla para que os vayáis haciendo una idea:

 
Pero ahora os digo que la isla es Mallorca, que los cuatro personajes son ingleses y os pongo otra foto:



Podría pasarme así toda la tarde, porque por una parte la serie es lo que los propios ingleses llamarían una misdirection constante y por otra es muy fácil dar una idea equivocada de algo eligiendo ciertas fotos y dando lugar a ciertos sobreentendidos. Esto lo sabe muy bien la gente que liga por Internet y también los responsables de marketing de muchas distribuidoras de cine y cadenas televisivas de este país. Siempre recordaré al figura que decidió vender Burn notice como un remake de El superagente 86.

Como os decía, Mad dogs da bandazos constantes, pero en el buen sentido. No quiero adelantarles nada para que, si se animan, disfruten de las sorpresas pero empieza como una especie de melodrama de reencuentros de mediana edad, gira hacia el género negro, da una pirueta hacia el humor y vuelve al drama sin picar un billete nuevo. Como la vida de una colaboradora de programa del corazón, pero bien interpretada.

Muy bien interpretada. Yo no sé qué desayunan en Inglaterra para tener esas dentaduras tan feas y esos actores tan buenos, pero tiene que ser algo muy potente. El reparto de Mad dogs está encabezado por Philip Glenister, John Simm y Ben Chaplin, entre otros. Los dos primeros les pueden sonar Life on Mars (y si no les suenan de eso, ya pueden ir a hacerse con ella) y para que me entiendan los futboleros, verles de nuevo juntos es como un Madrid-Barça, pero menos frecuente.

¡Pero es que a partir del segundo capítulo sale María Botto! Sé que tengo debilidad por esta actriz, pero yo les desafío a verla y no pensar lo bien que quedaría el personaje con su propia serie, actualizando Colombo. Espero que nadie haya pensado en Los misterios de Laura. No ahora, en general.

Si me limito a enumerar actores sin ser más descriptivo o valorativo, entenderán que hacerlo sería insultante. Tampoco sería capaces de destacarles nada del resto de elementos por lo bien que funcionan todos: la fotografía transmite perfectamente el calor agobiante de Mallorca en verano, la música está tan bien elegida y situada como en cualquier serie inglesa, etc.

El único pero que le podemos encontrar es el final de la trama principal, algo precipitado. Pero me temo que a los guionistas les daba igual. Si series como Perdidos decimos que son de personajes y algunos tuercen el gesto, en esta ocasión no nos lo podrán negar. Mad dogs se trata de poner a prueba la supervivencia de unos amigos de toda la vida que se van de vacaciones. Y luego enfrentarles a peligros externos.

Porque, no nos equivoquemos, la trama de género negro solo está ahí para acelerar las cosas y que la historia pueda contarse en tres horas. Para todo lo demás, prueben a irse con sus amigos unos días a la playa o a una casa rural y me lo cuentan.

Si vuelven.

27.4.11

Un Diso verdadero

A mí me encantan las vacaciones de Semana Santa, aunque me da rabia la connotación religiosa que tienen, así que lo abrevio llamándolas las SS. Y suelo aprovechar las SS para conocer lugares nuevos. Hasta aquí, todo como Hitler.

Por esta extraña conexión germana, las últimas SS las pasé en Mallorca, donde aprendí muchas cosas. Por ejemplo, que en el fondo todas las islas tienen algo en común y que el gentilicio de la gente de Palma es "palmesanos", término que explica por qué en el archipiélago no hay ningún chino regentando un italiano.

El caso es que me puse a hacer turismo y en estos casos siempre me pasa como a San Pablo: en cuanto me voy de viaje, por lo que sea pierdo la cabeza y acabo metido en una iglesia.

Era una de esas iglesias que, por las fechas, tenía dentro más pasos que las instrucciones de un mueble de Ikea. Entre ellos encontré algo que me llamó la atención. Esto:


Tremendo susto, porque al principio pensé que podría ser un alienígena. No un alienígena de verdad, entiéndanme, sino una especie de figurilla de coleccionista. Pero me extrañaba mucho que en una iglesia precisamente fueran a poner estatuas de personajes ficticios.

¿Entonces? ¿Era una simple estufa? ¿Una estufa justo delante del altar, rodeada por representaciones de santos a punto de salir en procesión? Entonce me acerqué y por fin lo entendí todo: 


Una representación de lo trascendente actualizada para creyentes fumadores.

11.4.11

Nivel de vida

Cuando era pequeño, mis padres querían que fuera médico. "Tendrás un buen nivel de vida", me decían.

Y yo pensaba que eso depende de la especialidad, porque los únicos que se me ocurre que pueden tener un buen nivel de vida son los forenses.


Y en todo caso seguro que también se apañan con un nivel normalito de ferretería.