29.10.09

El concurso en el que todos nos miramos

Dice la leyenda que cuando a Jorge Javier Vázquez le ofrecieron su primer programa en solitario y le comunicaron su posición en la parrilla musitó: "no. Él no" y luego se quedó paralizado por el terror. Los expertos siempre han atribuido esta reacción a que a la vez que negociaban su contrato, ejecutivos y presentador mantenían una conversación sobre gustos sexuales y alguien le preguntó justo en ese instante si le resultaba atractivo José María Aznar.

Sin embargo, recientes estudios llevados a cabo por un equipo de criptozoología de la Universidad de Ubrique han llegado a la conclusión de que fue debido a verse compitiendo en franja coincidente contra Saber y ganar. No es plato de gusto para muchos. Grandes comunicadores han evitado siempre ese horario: Javier Sardá, Andreu Buenafuente, Cristina Tárrega... ¿alguna vez han visto ustedes a Jay Leno presentando algo en la sobremesa? El mítico Edward R. Murrow se enfrentó al senador McCarthy, pero nunca ha sido capaz de plantarle cara a Jordi Hurtado. Alguno dirá que llevaba más de tres décadas muerto cuando se estrenó el concurso de La 2. ¿Qué puedo decir? Algunos prefieren tomar el camino fácil de desarrollar un cáncer de pulmón fumando tres cajetillas diarias antes que librar una batalla de audiencias en igualdad de condiciones contra un fenómeno tal.

Con esta información en mente, sintonizo La 2 en la sobremesa y constato una vez más que los concursantes cobran por demostrar una inteligencia fuera de lo normal lo mismo que los invitados de Salvamé. Claro que bien mirado, los invitados de Salvamé también demuestran una inteligencia fuera de lo normal.

Mientras me pregunto en cuál de ambos espacios debería probar suerte, anuncian la forma de participar en el mítico Saber y ganar. Alguno se soprenderá al saber que la solicitud debe enviarse por correo ordinario. Aclaro que esto se refiere a que hay que mandar una carta por correo postal, no a que valga un email lleno de tacos. Tengan en cuenta que el e-mail sólo tiene 40 años y es posible que no se hubiera inventado cuando Jordi fue liberado de su prisión terrestre por los otros alienígenas.

Lo que sí es notable es que pidan una fotografía del aspirante. Que nadie se escandalice: al fin y al cabo es televisión y todos los programas someten a la gente que va a aparecer en ellos a alguna clase de casting, incluso los concursos. No, lo que me inquieta no es que quieran conocer el aspecto físico de los concursantes antes de aceptarles. Lo que me gustaría saber es...

... ¿cuál es el criterio?

2 comentarios:

Perlita de Huelga dijo...

malauvatienes...

Como ex concursante de Saber y Ganar (no tiene mérito, lo echan todos los días durante unos diez años)te hago saber que sí, hay que mandar carta. Y sí, te piden foto para saber si repites. Que se quedan con tu cara!

Norma Zanón dijo...

Antes en los concursos siempre pedían que enviaras una fotografía reciente. Esta es una prueba más de que Saber y ganar es el último de una generación.
Ahora eso ya no se lleva. Claro que según parece algunos de los concursos de ahora se hacen directamente con actores (se me ocurre ahora ese en el que cada día cenaban en casa de uno y los demás votaban) así que el requisito ese de la foto se lo pueden saltar...