Mira que llevamos tiempo echándole la culpa a algunos empresarios malvados y a los Bushes de turno. Bueno, no a todos los Bushes, que al menos en Madrid hay unos de gas natural que parece que contaminan menos que un pedo de hamster.
Cualquiera parecía aspirante al cambio climático: los fabricantes de coches, la industria condonera, las petroleras, las vacas, mi abuela, que dice que en vez de separar ella la basura, que el ayuntamiento contrate gente y así se genera empleo... Y todos nos equivocamos. Salvo, quizá, mi abuela, una visionaria de la economía (¡eh! Me fío más de una señora viuda que saca adelante tres hijos que de un tipo multimillonario con los calcetines rotos).
El culpable tiene nombre propio y por fin un periodista lo ha sacado a la luz. Y además, como de refilón, sin darse importancia:
Que digo yo que viendo su nombre es como para sospechar de él. Pronúncienlo: "¡ualas! Es broker". Maldito especulador.
Por otra parte, ¿duda de las renovables? ¿Eso es noticia? ¡Todos dudamos de Bibiana Aído y creemos que es poco probable que repita en la próxima remodelación del Gobierno!
Lo que no creo es que Fernández de la Vega dure otras cinco décadas...
Las víctimas de la limitación de los titulares han sido los chavales de Público
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