Por esta extraña conexión germana, las últimas SS las pasé en Mallorca, donde aprendí muchas cosas. Por ejemplo, que en el fondo todas las islas tienen algo en común y que el gentilicio de la gente de Palma es "palmesanos", término que explica por qué en el archipiélago no hay ningún chino regentando un italiano.
El caso es que me puse a hacer turismo y en estos casos siempre me pasa como a San Pablo: en cuanto me voy de viaje, por lo que sea pierdo la cabeza y acabo metido en una iglesia.
Era una de esas iglesias que, por las fechas, tenía dentro más pasos que las instrucciones de un mueble de Ikea. Entre ellos encontré algo que me llamó la atención. Esto:
Tremendo susto, porque al principio pensé que podría ser un alienígena. No un alienígena de verdad, entiéndanme, sino una especie de figurilla de coleccionista. Pero me extrañaba mucho que en una iglesia precisamente fueran a poner estatuas de personajes ficticios.
¿Entonces? ¿Era una simple estufa? ¿Una estufa justo delante del altar, rodeada por representaciones de santos a punto de salir en procesión? Entonce me acerqué y por fin lo entendí todo:
Una representación de lo trascendente actualizada para creyentes fumadores.
2 comentarios:
Claaaaaaaaaaaaaro, eso lo explica todo XDDDDDDDDD
Hombre, todo, todo, no. Yo por ejemplo lo del gato de Schörindger sigo sin verlo claro.
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