25.8.09

Prohibamos las chonis, no los móviles

Claro, habrá quién piense que una cosa llevará a la otra, pero ¿para qué arriesgarse?

Imaginen: España, país miembro de la Unión Europea y eterno, aspirante al G7. En esta nación imaginaria, un Anómalo va a repostar gasolina. Antes de darse cuenta de que no tiene coche y que una vez más ha sido derrotado por un irreductible consumismo, ve este cartel y flipa:

(si clicas se ve más grande. Con perdón)

Vayamos por partes. En primer lugar, me gustaría saber quién fue el genio que decidió que palabras como "boquerel" son las más apropiadas para un el texto de unas instrucciones de seguridad.

Pero a lo que vamos: los teléfonos móviles. No me dejan llamar por teléfono, ni siquiera a los bomberos porque saqué el pitorro lleno de llamas mientras consultaba en un diccionario qué es un "boquerel". A lo mejor temen que telefonée a la RAE y descubra que ¡"boquerel" no existe! ¡Toma ya! ¡Comeos vuestro boquerel! Er... con perdón.

Dice el código de circulación:

Los propietarios de aparatos distribuidores de combustibles o empleados de estos últimos no podrán facilitar los combustibles para su carga si no está parado el motor y apagadas las luces de los vehículos, los sistemas eléctricos como la radio y los dispositivos emisores de radiación electromagnética como los teléfonos móviles.

Parece ser que en próximas reformas tienen previsto prohibir recoger autoestopistas en camisón situadas cerca de una curva. También se estudia incluir un apéndice en el que se relate los pormenores de una divertida historia que implica a Ricky Martin, un perro y un tarro de paté o mermelada.

Dejando aparte que apagar todos los "dispositivos emisores de radiación electromagnética" incluiría la necesidad de matar a todos los seres vivos del entorno para impedir que emitan calor en forma de infrarrojos, la DGT ha dado rango de norma a una leyenda urbana. En La Vanguardia situaban su origen en un bulo que circuló de correo electrónico en correo electrónico. Curiosamente, nunca se menciona la "emisión de radación electromagnética", sino que en todo caso habría sido un fallo del terminal. Tal vez una batería en mal estado podría producir una chispa. Tal vez.

En ese caso, sería más práctico prohibir el uso de cualquier aparato que se alimente mediante baterías. Incluidas cámaras digitales como la que usé para tomar la fotografía de arriba. Ejem.

¡Malditos paparazzi!

Los Cazadores de mitos dan una explicación mucho más creíble a por qué algunas gasolineras arden en llamas: las mujeres. Especialmente las chonis.

No se refiere al porno.


Por si no tienen 20 minutos sueltos, el experimento trata de volar una cabina con alta concentración de vapor de gasolina a base de llamadas telefónicas. Fracasa, claro. No tanto cuando se trata de provocar una chispa mediante electricidad estática.

El roce continuo hace saltar chispas, eso lo sabemos todos. También si nos referimos a la ropa. Parece ser que es muy frecuente que las mujeres (más que los hombres), se sienten en el coche mientras están repostando. Eso produce fricción entre su ropa y el asiento, cargándose así de electricidad estática. Mucho peor con fibras sintéticas, de ahí que incidamos tanto en la importancia de las chonis.

Esta carga se elimina fácilmente tocando cualquier elemento conectado a tierra. Pero puede ocurrir que el conductor no llegue a descargarse antes de retirar el "boquerel" del depósito. En ese caso, una chispa puede saltar justo en uno de los puntos con más concentración de vapores inflamables combinados con oxígeno, dando lugar al incendio y posible explosión subsiguiente.

Lo terrible del caso no es que te prohíban usar el teléfono móvil en las gasolineras. La tragedia es que se lo permitan usar, en general, a los que creen que al resto nos interesa la mierda de reggaeton que escuchan.

5 comentarios:

pocoyo_pato dijo...

Aunque estoy contigo en que es imposible que un móvil pueda provocar un incendio, los chorbos estos destruye-mitos no consiguen demostrar nada: cuando prueban con el móvil la concentración de gasolina es insuficiente (tampoco la chispa genere la explosión). Cuando tienen la concentración adecuada de gasolina no repiten el experimento con el móvil así que como prueba no vale para nada. Por otra parte, después del frotamiento no consiguen la explosión así que los que provocan los incendios han estado haciendo "guarrerías españolas" y frotándose muuucho tiempo.
Moraleja: no lo hagas en la gasolinera (o quítate la ropa interior de licra)

José Manuel Blanco dijo...

Una amiga mía preguntó a la mujer que nos estaba echando gasolina que a qué venía eso de apagar los móviles, y le dijo que era para que la máquina no se volviera "loca" y echara gasolina de más o de menos (es decir, que se disparara el contador). Esa fue la explicación que nos dio.

Me encanta este blog y el que tienes en Público. ¡Enhorabuena! ¡Un saludo!

Anómalo dijo...

Pocoyo, tiene toda la razón: en realidad no demuestran nada porque, en cualquier caso, sólo habrían probado que ese modelo de móvil en esas condiciones no produce la chispa. De todas formas, el experimento con la ropa les funciona con la caja pequeña, entiendo que en las mismas condiciones en las que justo antes no pasa nada con el nokia. Su moraleja, en cualquier caso, es muy adecuada.
José Manuel, lo primero es que le quedo muy reconocido por la parte del ego (con perdón). Ante esa respuesta habría que haberle dicho algo así como que eso no es lo peor, sino que además los móviles permiten que los extraterrestres sepan dónde está la Tierra para invadirla. Hum... estoy por empezar el bulo...

José Manuel Blanco dijo...

Y se me olvidó: llevas razón con lo de las chonis

Gato dijo...

¡¡Oh cielos!! ¡¡Tengo que dejar de comprarme bragas en los chinos!!